La crisis en la salud en el Atlántico ha puesto de relieve varios aspectos que tienen que ver con el ingreso de los trabajadores.

Por ejemplo, el Cari Mental solamente cuenta con once trabajadores en su nómina y el grueso de los empleados, 68 en total, están vinculados mediante Órdenes de Prestación de Servicios, OPS.

Es el caso de Eduardo Anguila, auxiliar de enfermería en el área de Psiquiatría, con más de 25 años de servicio en la ESE UNA, atraviesa por la tercera crisis salarial en su carrera laboral. 

Él y sus 67 compañeros en el Cari Mental, enfrentan una grave situación económica debido a la falta de pago por parte de la administración.

Anguila, quien fue contratado por OPS y lleva cuatro meses sin recibir su salario, relató en diálogo con Zona Cero cómo ha tenido que recurrir a los pagos de los turnos extra con el personal de planta para poder mantener a su familia.

"Para poder vivir hacemos turnos al personal de planta que son los que nos pagan enseguida, y con eso nos sustentamos. Ellos son 11 y tienen todo al día, no les deben un peso", explicó el trabajador de la salud.

Trabajadores protestaron a las afueras del Cari Mental.Zona Cero.

Los pagos por los turnos realizados dependen de la jornada que realicen. Según Eduardo, el turno de la noche tiene un valor de 70 mil pesos, el de día un valor de 50 mil y el medio turno de 30 a 35 mil pesos. 

“Lo que gano en los turnos es para alimentarnos y para poder transportarme. No me alcanza para pagar el arriendo ni para pagar los servicios y ya debo tres meses”, señaló asegurando que pese a todos los percances sigue cumpliendo con su labor en la ESE UNA.

Aseguró también que “ya hemos tenido este problema como dos o tres veces, y el gerente no nos da la cara. Nos están adeudando 4 meses de salario", añadió.

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Por otro lado, dio a conocer la situación que padeció uno de sus compañeros en medio de la protesta de ayer miércoles.

“Un compañero renunció. Ayer la esposa lo llamó y le dijo que les estaban sacando sus enseres a la calle porque no había pagado el arriendo. Están debiendo entre tres y cuatro meses, los mismos que nos adeudan. Se despidió de nosotros y dijo que no regresaba a trabajar", dijo Anguila.

Este tipo de crisis ha sido recurrente para los trabajadores de la ESE UNA, que temen que la falta de pago continúe afectando sus condiciones de vida.